¿Qué pasó con el nazismo tras la muerte de Hitler?
Tras la muerte de Hitler, la Guerra ya estaba perdida, el nazismo se estaba acercando su fin. ¿Sabes qué pasó con el nazismo?
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Fin de la segunda guerra mundial
Experimentos nazis con humanos
Después de que Adolf Hitler se suicidara en un búnker de Berlín, el 30 de abril de 1945, y su dictadura terminara de manera sangrienta, se inició el inevitable declive del partido nazi. Las fuerzas militares alemanas colapsaron y las tropas de los países aliados, que se acercaban desde el oeste, aseguraron su victoria penetrando la Alemania central. Berlín cayó el 2 de mayo de 1945 y el 7 de mayo de ese mismo año se produjo la rendición absoluta de la Alemania nazi ante las tropas soviéticas en Berlín.
Capitulación alemana: liberación del nazismo
El almirante naval Karl Dönitz, quien fuera sucesor de Hitler en caso de muerte, tenía en sus hombros la difícil tarea de orquestar la disolución de la Alemania nazi. Enseguida le confió al jefe del mando de operaciones de las Wehrmacht, Alfred Jodl, la negociación de la rendición de todas las fuerzas alemanas con el general Dwight D. Eisenhower.
Fue así como, el 7 de mayo de 1945, el Almirante von Friedeburg y el General Alfred Jodl firmaron el «acta de capitulación militar” incondicional en el Cuartel General de Dwight Eisenhower, en Reims, Francia. El Comando Superior del Ejército alemán se comprometió poner en marcha un alto el fuego que entrarían en vigor a las 23:01 CET del día siguiente.
Por orden expresa de Joseph Stalin, la capitulación se firmó nuevamente en el Cuartel General soviético en Berlín-Karlshorst en la noche del 8 al 9 de mayo. Esta vez, lo haría el comandante supremo de las fuerzas alemanas, Wilhelm Keitel. Con ello, el final del nazismo quedaría sellado.
Miles de nazis huyeron a América del Sur
Después de la caída de la Alemania nazi, muchos jerarcas nazis buscaban desesperadamente huir de las manos Aliadas. La única vía de escape que tenían era un viaje transatlántico por barco hacia América del Sur y otros destinos. Las vías más utilizadas eran tres rutas que implicaba atravesar distintos países europeos para llegar a un puerto, y allí escapar en barco.
Se cree que hasta el 90% de los nazis que escaparon de Europa, lo hicieron desde Italia el principal aliado de Alemania durante la Segunda Guerra Mundial. Muchos huyeron a Estados Unidos, Canadá, Australia, Reino Unido y Medio Oriente, pero la gran mayoría lo hizo a Sudamérica, principalmente a Argentina.
Contrario a lo que se cree, se trataban de un escape planificado y organizado por personas de poder, que se dedicaban a proteger a prófugos. Las fuerzas de inteligencia de Estados Unidos y Reino Unido también ayudaron a escapar a sus espías nazis y un gran número de científicos alemanes con el fin de colaboraran con ellos para poner fin al comunismo.
Increíblemente, la iglesia católica también jugó un papel fundamental en la huida de los nazis hacia Latinoamérica. La llamada «ruta vaticana» entre Roma y Génova, fue la más utilizada por los nazis. Algunos fugitivos incluso, permanecieron en monasterios italianos por años.
Juicios de postguerra a nazis
Los altos cargos de la Alemania nazi corrieron otro destino. Tras la Segunda Guerra Mundial, el ejército estadounidense había puesto en marcha una operación llamada “Operación Mondorf” la cual consistía en capturar a los jerarcas del Tercer Reich y llevarlos a juicio.
Los tribunales internacionales, nacionales y militares juzgaron a decenas de miles de dirigentes nazis por crímenes contra la humanidad. De los 4.850 nazis procesados, solo se acusó a 611 de ellos. Las penas iban desde la pena de muerte, hasta la absolución de algunos de ellos.
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